Madrid | 4 de febrero de 2019
Desde luego que la música ejerce sobre todos nosotros una atracción indescriptible por la infinita complejidad de matices emocionales que puede llevar implícitos. Así, si una simple melodía de unas pocas notas es capaz de transportarnos a otros mundos o inspirarnos profundos sentimientos, ¿qué nivel emocional puede llegar a provocar la magistral conjunción armónica de una gran orquesta sinfónica con más de 100 músicos arropando esa melodía? Si además hemos tenido la dicha de nacer con el las aptitudes musicales necesarias, como un preciso oído, un buen sentido del ritmo, sensibilidad, buena memoria… y una capacidad de trabajo tan apabullante como para poder llegar a dirigir una orquesta, no imaginamos otras profesiones que lleguen a estar tan cerca de lo divino y supremo.
Hoy hemos tenido la fortuna de conocer a una de esas personas: ella es Silvia Sanz, directora de orquesta. Junto a su hija Alba, dedicada a la interpretación musical a través de la percusión, hemos podido disfrutar de una excepcional clase magistral que nos ha atrapado y nos ha provocado un estímulo incontenible de escuchar buena música, de aprender a sacar sonido de nuestro propio cuerpo o con cualquier instrumento que tengamos a mono, de vivir y sentir la música como parte esencial de la vida. Esa es la magia que transmite quien vive y siente lo que dice. Así son ellas.
En diciembre pasado, la orquesta Jonsui, dirigida por Silvia, nos entusiasmó con el Concierto de Navidad que ofrecieron generosamente en favor de la Fundación Tutelar de Envera. Más de 70 niños interpretaron fragmentos de los más célebres compositores en el Salón del Plenos de la Junta Municipal de Barajas. Lleno total y euforia en las butacas, un espectáculo para los sentido. Todos disfrutamos del espectacular trabajo que Silvia está desarrollando en un proyecto tan esperanzador como digno de todos los elogios. Nuestra más sincera admiración. ¡¡¡Enhorabuena!!!
Durante la entrevista, nos han hablado de sus proyectos, de sus experiencias musicales, del apasionante mundo en la dirección orquestal, de cómo el esfuerzo permite completar una carrera musical sin abandonar otros estudios, de las emociones que se experimentan con la música. Las dos hablan con entusiasmo, con pasión y también con una buena dosis de simpatía que a todos nos cautiva y deja con ganas de más.
Espléndido programa compartido con diferentes grupos y profesores del Centro Ocupacional de Envera, en Colmenar Viejo. Una mañana donde todos hemos aprendido de dos grandes de la MÚSICA, cada una una en su faceta y con sus particularidades. Una gran maestra con un nombre internacional y experiencias sobresalientes y una alumna que se siente orgullosa de lo que hace y, de la que no nos cabe duda, de que volará muy alto entre sonatas y sinfonías.
Gracias por el regalo de vuestra visita. Ojalá nos volvamos a ver muy pronto.