La inserción laboral de las personas con discapacidad depende, por un lado:
- de aspectos como las propias capacidades del individuo, es decir, el tipo y grado de discapacidad
- y, por otro, de aspectos contextuales, como la estructura social y familiar que posee o la oferta laboral existente
La oferta laboral vendrá determinada por la demanda de trabajo que hay para las personas con discapacidad ya sea a través del empleo protegido, de la empresa ordinaria o del empleo público, es decir, de sus oportunidades laborales (discapacidad, formación y trabajo…).
La Ley de Integración Social de los Minusválidos (LISMI 13/1982), implicó un cambio de gran relevancia en la atención jurídica a la discapacidad, constituyendo la columna vertebral de las políticas de inserción laboral de las personas con discapacidad en España. A partir de esta ley se crearon los Centros Especiales de Empleo para prestar el empleo protegido, como medio para acceder al mercado ordinario.
Actualmente la Ley General de Discapacidad unifica toda la normativa existente en la materia y establece que la discapacidad debe estar contemplada en todas las actuaciones políticas y por todas las Administraciones. Si quieres más información pincha aquí:
http://www.msssi.gob.es/ssi/discapacidad/informacion/leyGeneralDiscapacidad.htm
¿Qué es un Centro Especial de Empleo?
Los Centros Especiales de Empleo (CEE) son empresas promovidas principalmente por asociaciones de personas con discapacidad y/o sus familiares, sin perjuicio de que cualquier persona física o jurídica pueda constituir uno.
El objetivo principal de un Centro Especial de Empleo es realizar un trabajo productivo, participando regularmente en las operaciones del mercado. Tiene por tanto un carácter empresarial.
A la vez es un medio de integración del mayor número de personas con discapacidad al régimen de trabajo normal, puesto que también tiene como finalidad asegurar un empleo remunerado y la prestación de servicios de ajuste personal y social que requieran sus trabajadores con discapacidad.
El CEE ¿una empresa o un servicio para las personas con discapacidad?
Es incuestionable que los Centros Especiales de Empleo han sido la herramienta principal para facilitar la inserción laboral de la población con discapacidad y, podríamos llegar a afirmar, que la única alternativa para las personas con una discapacidad severa. El crecimiento de estos Centros (sean estos con o sin ánimo de lucro y estén o no vinculados a los movimientos asociativos) ha sido espectacular, como también lo ha sido el número de puestos de trabajo para personas con discapacidad que han creado y que demuestra la consecución de un objetivo claro: proporcionar una alternativa de empleo a quienes se ven excluidos del empleo ordinario.
Sin embargo no podemos perder de vista que, dentro de la estructura empresarial que existe actualmente en España, los Centros Especiales de Empleo operan en un mercado abierto y han de encontrar su hueco, tarea que, en muchas ocasiones, se antoja onerosa y difícil. Por tanto no sólo han de generar valor a sus clientes sino que además han de ser sostenibles y rentables económicamente.
La diferencia respecto a lo que se ha denominado empresa ordinaria, radica en su claro compromiso con otro tipo de rentabilidad: la social.
La inclusión social y laboral de las personas con discapacidad es la razón de ser de un Centro Especial de Empleo, es su filosofía, es para lo que ha sido creado y si no fuese así, si no existe rentabilidad y responsabilidad social, no deberíamos estar hablando de un Centro Especial de Empleo. Dicho de otra manera, una de las obligaciones de cualquier empresa es generar riqueza y puestos de trabajo, pero en el caso de los Centros Especiales de Empleo no es la única, el CEE tiene que ser un referente social y debe representar valores éticos, sociales y solidarios.
Por lo tanto, el objetivo de los Centros Especiales de Empleo es doble:
- constituirse como empresa rentable y sostenible económicamente donde,
- las personas con discapacidad adquieran las habilidades personales, laborales y sociales necesarias para su posterior integración, cuando sea posible, en el mercado ordinario de trabajo.
